Diccionario de Religiones de América Latina - Roberto Blancarte (coordinador)

 Hace ya algunos años, como parte de una ronda de presentación de libros en el contexto de un Congreso de la Sociedad Internacional de Sociología de las Religiones (SISR/ISSR), el profesor Roberto Cipriani, de la Universidad de Roma, me invitó a exponer algunas ideas acerca de su recién publicado Manuale di sociologia della religione.1 Un gran texto que hacía un recorrido esencial sobre los orígenes de la sociología de las religiones, los clásicos, los contemporáneos, expuestos en sus diversas corrientes y escuelas de pensamiento.

Al hacer el análisis de la obra y la exposición de sus logros me surgió, sin embargo, una interrogante que externé en mi alocución: ¿Por qué no había allí ningún especialista latinoamericano de las religiones? ¿Dónde estaba el pensamiento sobre América Latina? A lo cual mi colega y amigo Cipriani, con su natural agudeza, me contestó: ¡Ah, esa obra te corresponde a ti escribirla!

Tenía toda la razón. ¿Por qué un europeo o un norteamericano estarían particularmente interesados en conocer, discutir o promover a sociólogos latinoamericanos de la religión, suponiendo que existiese un grupo lo suficientemente representativo? Y no es que Cipriani o mis otros colegas europeos o norteamericanos desconocieran la existencia de especialistas provenientes de América Latina, muchos de ellos formados en Francia, Inglaterra, Bélgica, Italia o los Estados Unidos. Muy por el contrario, no pocos especialistas europeos y norteamericanos son conscientes y sensibles acerca de las aportaciones hechas por colegas de Latinoamérica, en más de una ocasión con temáticas novedosas y por lo mismo refrescantes. La propia realidad social latinoamericana, tan diversa y diferente en muchos sentidos a la de los países del Atlántico norte, permite contrastar teorías establecidas por las ciencias sociales, pero que no alcanzan a explicar fenómenos fuera de sus propias fronteras culturales. Sin embargo, a pesar de estas aportaciones, con pocas excepciones, el trabajo de los especialistas latinoamericanos y la propia especificidad de nuestra realidad social no alcanzan a ser considerados y, por tanto, tampoco incluidos en las reflexiones de otros centros de investigación  académicos. Lo cual empobrece el trabajo intelectual de todos los interesados en los distintos continentes.

https://drive.google.com/file/d/14NG_QIkMmsI4YmA51H4DOMEk88V5F1GB/view?usp=sharing


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